Hoy os traemos el artículo escrito por nuestro Hermano Mayor en el Boletín Informativo de nuestra Hermandad. 


Mis queridos hermanos/as:

     De todas las cartas que he escrito para estos boletines, es esta, sin duda, la más difícil a la que me he enfrentado. La inicio con un nudo en la garganta, con lágrimas en los ojos y aflorando la ANGUSTIA de mi corazón, para despedir con un recuerdo emocionado a José Luis Fouce, integrante de la Junta de Gobierno que me honro en dirigir, fallecido el 26 de marzo de 2020 a causa del coronavirus. Por supuesto, unido este recuerdo a Pilar, su mujer, fallecida días más tarde y en ellos representados, todos nuestros familiares, amigos y seres queridos que en un grado u otro han sido afectados por esta lacra que nos asola.

     Me conocéis de sobra para saber que soy hombre de pocas palabras y de dar más que de recibir, pero inmersos, afectados por el maldito covid, en un mundo que ha cambiado y nosotros con él, os voy a pedir varias cosas.

     Lo primero, como máximo responsable de la Hermandad, os hago un llamamiento a que cumpláis las normas que se nos están imponiendo. Sé que nos parecen en su mayoría, incómodas, demasiadas, incluso exageradas. Pero si un cristiano es siempre una persona de orden, un cofrade es además comprometido y cumplir la ley y las normas, debe ser siempre nuestra respuesta. No hay excusas para no hacerlo.

     Os pido que optéis siempre por usar el mejor de los sentidos, que es el sentido común, para que vuestros actos y obras cotidianas, sirvan para protegernos unos a otros, cuidando nuestra salud y la de quienes nos importan. Repuesta: la SALUD. Esta nos traerá después, todo lo que necesitamos.

     Os pido que os apoyéis en vuestra HERMANDAD. Todo aquel que esté necesitado, de lo que sea, puede ponerse en contacto con nosotros para en la medida de las posibilidades, paliemos ese sufrimiento. Sé que muchas veces, por miedo, por orgullo o vergüenza, no es fácil pedir ayuda, pero vuestra HERMANDAD os quiere y está para ayudaros.

     Os pido que os apoyéis en el HERMANO que tengáis más cercano. Porque nada mejor que el

hermano que tienes al lado para salir adelante, para siempre tener optimismo, para no sentirnos solos, para charlar o compartir lo bueno y lo malo, aunque sea en la distancia de una video llamada. Es una enseñanza que nos dejó mi añorado padre Ángel Fontcuberta y que hoy más que nunca, es necesaria aplicarla.

     Os pido también que no dejéis sola a la HERMANDAD. Porque todos somos Hermandad y el que pueda, en la medida de sus posibilidades, debe estar dispuesto a echar una mano, en lo que sea. En ayudar con la lotería de Navidad, en no olvidarse de pagar las cuotas anuales, en estar pendiente de las noticias que publicamos para compartirlas, en acudir con las medidas de seguridad necesarias, los martes a la Casa de Hermandad o a los Cultos mensuales para ir retomando poco a poco la actividad. Siempre hay mucho por hacer, mucho por aportar.

     Con gran tristeza y desolación nos hemos visto obligados a suspender/posponer todos los actos previstos y que, en muchos casos, teníamos ya muy avanzados, en relación al XXV aniversario fundacional a celebrar durante el 2021. La Hermandad no se va a rendir e intentará hacer lo posible por seguir presente en nuestras vidas, celebrando nuestro vigesimoquinto aniversario en las formas que sean factibles.

     En un año tan aciago de noticias, otra. El 1 de enero de 2021 dejó de ser Párroco del Carmen D. Adolfo Lafuente Guantes. Como Director Espiritual, sobran motivos para asegurar que ha sido un gran valedor para su Hermandad. Que, pese a la enfermedad, que pese a todos los avatares que hemos vivido, siempre ha tenido una palabra adecuada y el apoyo justo para nosotros. Y como persona, un amigo y un confesor que se queda para siempre en el corazón. Que las Manos Morenas que le entregamos en 2014 le acompañen y le cuiden siempre donde el Señor le lleve. Gracias Adolfo.

     Siento ser inusualmente tan extenso, haciendo uso de mi privilegiada posición como vuestro Hermano Mayor, pero he pensado que, siendo la situación tan excepcional, era obligatorio abrir mi corazón y haceros llegar mis más sinceros pensamientos. Como vosotros, estoy cansado de esta situación, estoy harto de la mascarilla, saturado de tanta norma y contra norma. Estoy triste por estar lejos de mi familia, por no poder reunirme con todos mis costaleros a tomar una cerveza, por no saber si habrá ensayos, por tanta incertidumbre laboral. Estoy triste por no veros, y no poder juntarme en la Casa de Hermandad con mis Hermanos.

     Pero, os animo a seguir luchando, para que el desánimo no nos venza.

     Rememoramos cada año como un solo hombre se enfrentó al mundo, cargó con la más pesada Cruz que ha existido nunca y afrontándolo con entereza, recorrió la Vía Dolorosa para morir crucificado por nosotros.

     Dios exige más a quien más quiere. Por eso, porque nos quiere, os pido que todos juntos, más unidos en la fe que nunca, afrontemos estos inciertos momentos.

     Daremos juntos la bienvenida al nuevo párroco, acogiéndole con los brazos abiertos, y afrontaremos con humildad y compromiso lo que nos depare el futuro. 

Recibid un fraternal abrazo.

Julio Cabrera Romano

Fecha de la noticia: martes 19/01/2021
Santos del día: Mario

 

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